El texto y la imagen
El texto y la imagen
La exposición "El texto y la imagen" recoge una muestra de documentos y libros de la colección de la Biblioteca de la Universidad de Cádiz, pertenecientes a diferentes épocas y con diferentes técnicas de grabado e impresión.
La imagen mantiene una relación muy importante con el texto: dirige nuestra atención hacia un determinado foco de la información, orienta, clarifica, interpreta, amplifica y enriquece la lectura, además de cumplir con una función estética. La imagen ha sido una fuente muy importante para el estudio histórico, artístico y científico.
El objetivo de la ilustración es facilitar la comprensión de un texto científico o promover la identificación del lector con el autor de una obra literaria, intercalando en ella composiciones alusivas a determinados pasajes o circunstancias de la misma. Pero más allá de la intención de esclarecer el contenido de un libro, el propósito de la imagen puede ser embellecer el texto, de forma que la ilustración se convierte en una forma de expresión artística.
La tradición investigadora se ha centrado en la ilustración de libros y revistas científicas, desde hace más de un siglo. Pero a lo largo de la historia, las imágenes en los documentos han mostrado una evolución artística y científica. Se han utilizado diversas técnicas, materiales y estilo para realizarlas.
Durante la Edad Media las temáticas predominantes son la religión, el pensamiento y la historia: se "iluminan" los manuscritos y la imagen va tomando protagonismo, de forma que a partir del siglo XII la imagen compite en protagonismo con el texto. Sin embargo, el Renacimiento se centra en la ilustración anatómica y técnica, utilizando casi exclusivamente la técnica xilográfica. Esta técnica será progresivamente abandonada en el siglo siguiente para utilizar preferentemente las ilustraciones calcográficas, que serán las protagonistas, en los temas científicos, en el siglo XVIII. En esta época, muchos artistas de prestigio ilustraban las publicaciones científicas. El papel del artista en la ilustración de libros comienza a ser reconocido cada vez más y los nombres del artista e incluso de los grabadores a veces ocupan un lugar destacado, bien en las portadas, bien en la parte dedicada a cuestiones preliminares.
La litografía (escritura o dibujo en piedra) nació en Praga entre 1796 y 1798. Su descubrimiento supuso una auténtica revolución, ya que hasta entonces el único medio para reproducir una imagen era el grabado en hueco, especialmente sobre cobre o en relieve sobre madera. La litografía y su coste reducido significó que el número de litógrafos y de imprentas que la utilizaban creciera. En principio solo se imprimió en blanco y negro, pero G. Engelmann registró la patente de la litografía en color ya en 1837. Así, en el siglo XIX, se afianzan las nuevas técnicas: litografía, cromolitografía, y se introducen otras, como la fotografía, etc. Las imágenes se utilizan en todo tipo de documentos: monografías, tratados, publicaciones periódicas, folletos, etc.
Por último, en el siglo XX se avanza mucho con la técnica, el color, los materiales... y la imagen estará presente en documentos de todo tipo con funciones diversas.