Siglo XVIII
El Consulado del Mar se publica por primera vez en 1484 y recoge ordenaciones, usos y prácticas marítimo-comerciales, dando lugar a un código marítimo que se ha utilizado en muchos países de Europa hasta finales del siglo XVIII (en Barcelona estuvo vigente hasta 1829). Destaca que su mayor difusión tuvo lugar siglos después de su redacción, como demuestran las traducciones que se hicieron al italiano, francés, inglés, holandés y alemán, algunas de ellas en el siglo XVIII, como esta edición de 1732, traducida del catalán al castellano por segunda vez.
La segunda obra que presentamos está dirigida fundamentalmente a los escribanos. El escribano, ya desde el siglo XIII, es depositario de fe pública. A partir del siglo XVI, según aumenta la complejidad de los procesos judiciales, aparece un género literario para guiar a los escribanos en su oficio, mediante manuales, diccionarios o formularios. La formación de los escribanos, más que académica, era eminentemente práctica, utilizando libros funcionales sobre aspectos técnicos de los negocios jurídicos y el arte notarial: manuales que incluían formularios documentales con sus respectivas explicaciones. Estos manuales estaban escritos, generalmente, por escribanos expertos en la práctica procesal que, a través de su experiencia, intentaban facilitar el desarrollo de determinadas tareas, como es el caso de José Juan y Colom, autor de esta Instrucción de escribanos en orden a lo judicial.