En 1857 se crea en Cádiz la Escuela Normal de Maestras, a la vez que la de Maestros, algo que recomendaba la Ley de Instrucción Pública del mismo año, pero que hicieron sólo dos provincias más, Murcia y Guadalajara.
El horario responde a lo dispuesto en la Real Orden de 17 de agosto de 1881. Las alumnas que superaban los dos primeros cursos, eran admitidas a los ejercicios de reválida para obtener el título de Maestra de primera enseñanza elemental. Tras el tercer año, podían optar a la reválida para el título de Maestra de primera enseñanza superior.