Aunque pertenecía al Cuerpo Auxiliar de Oficinas y Archivos de la Marina, colaboró con su esposa en tareas docentes y en 1924 fundó una Institución de Enseñanza , denominada Academia González Camoyano. Especialmente vinculado a las actividades culturales de su ciudad natal, su obra poética -de signo romántico y costumbrista- es un fiel reflejo de sus vivencias y su amor por La Isla, destacando por ejemplo cantos a la Virgen del Carmen como “Trova a la Madre de Dios” de 1947; “Alborada” de 1948 o “Imán de los corazones” de 1949; o a sus lugares más significativos: “Puente de Zuazo”, 1950 o “Breve elegía al cierro isleño”, de 1955. También dedicó algunas obras a la mar y a sus héroes :“Oda a los héroes de Cuba y Cavite”; “A la fragata Numancia”, 1916; “A los trabajadores del mar de San Fernando”, 1913.
Es autor también de algunos poemas dramáticos: “Echa vino, montañés”; “La novia del salinero” (1948)... Gran parte de sus creaciones apareció en publicaciones periódicas. Muchos de sus poemas están recogidos en Antología (verso y prosa), 1994, San Fernando, (ISPREN Ed.).

[Fuente: Almáciga de olvidos : (Antología parcial de poesía gaditana, siglos XIX-XX) / edición e introducción María del Carmen García Tejera. - Cádiz : Servicio de Publicaciones de la Universidad , 1999]